¿Qué tendencia acaece en la situación económica mundial?
- Lucía López
- 2 feb 2018
- 2 Min. de lectura
Se aprecia una tendencia ridícula, cuya desembocadura acabará por destrozarnos a todos.
Querer que haya un crecimiento económico sostenible no es malo, lo absurdo es querer conseguirlo con mascarillas puestas sobre la boca.
El crecimiento económico genera residuos y contaminantes, pero esto, parece que es irrelevante para la mayoría de empresas que solo buscan guardarse cientos de miles de dólares, euros, libras, yenes, bitcoin…todo tipo de dinero real o ficticio existente. Volvemos a la cuestión monetaria que deja dormir tranquilos a muchos sobre colchones de billetes y a otros, tristemente, les quita el sueño en más de una ocasión. Los países de ingreso alto, o también, los llamados, países más “avanzados” creen que por tener más poder económico que otros, pueden jactarse del bienestar de las personas.
Al romperse los esquemas de una vida monótona en el campo, unas mentes brillantes tuvieron la oportunidad de enseñar al mundo, que la vida que conocían podía perfeccionarse, hablamos de la Revolución Industrial, esa etapa en la que se introdujeron mil ideas fascinante capaces de cambiar el mundo. El problema surgió cuando esa revolución cayó en manos de empresarios defectuosos, que lo que buscaban era poder y no desarrollo. Con la revuelta ocasionada en la segunda mitad del siglo XVIII, se expandió la idea diferenciadora, optando por una divergencia social, económica y política a escala mundial. El resultado no fue más que el fracaso de algunos países y el éxito de otros. Los países menos afortunados cayeron con desdén hacia los últimos puestos de las listas económicas, protagonizando ingresos medios y bajos. Estos países, con algo de desamparo, intentan por los mismos medios que, aquellos más adelantados, aspirar a una posición solemne para su crecimiento económico, llegando a divagar sobre el derecho a contaminar.
Derecho a contaminar. Ese derecho a contaminar, que desean los países emergentes, es ficticio, o por lo menos, debería serlo. Estos nuevos países en desarrollo, están errados si piensan que, en este siglo podrán optar por plagiar los actos de los más industrializados para llegar a la posición económica-política que desean estar.
¿Ningún país sabe que no debería existir un derecho a contaminar que destroce día a día la tierra? ¿ningún país sabe que no debería existir un derecho a contaminar? ¿ningún país sabe?
Parece ser que no, que ninguno da la importancia correcta a los problemas adecuados, y que todos opinan irrelevantemente sobre lo más insignificante.
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