Entre elegir y votar, decido escribir

Mira aquí, toma esto, léelo así y haz lo otro. Por mas cansados que estemos, por mas tristes y desganados que nos presentemos a las elecciones, siguen sin escucharnos. Nadie nos ve, nadie se da cuenta de que estamos aquí. Lloro por mi país. Lloro por la política y la economía, y lloro por todos nosotros. Nadie, ninguno nunca podrá saciar las necesidades del conjunto de España. Somos muchos, y es realmente imposible contentar a todos los individuos. Es imposible. Y aun así se ha logrado la inversa. Todos los individuos, todos esos, están descontentos. Y se preguntaran por que lo están.

El mundo se esta apagando poco a poco y los países que lo componen no saben hacer las cosas bien. No están difícil, o si. ¿Cómo se arregla el mundo que estamos destrozando? A mi generación, le ha tocado escuchar las historias mas interesantes por las que ha pasado la humanidad, las épocas mas gloriosas, y las guerras mas oscuras que se han podido imaginar. Hemos visto crear una red de información ilimitada. Hemos sido espectadores de gigantes derrotados y de pequeños triunfadores. Hemos presenciado una globalización expansiva. Hemos derrochado ideas en tecnología para olvidarnos de la contaminación. Se han cerrado las fronteras de países que nosotros habíamos idealizado. Se han roto uniones y se están rompiendo. Se han caído países y continentes, y se están cayendo. Nos han dejado dinero por pagar. Nos han dejado sin palabras.

España nunca ha sido una potencia envidiable. España ha tenido sus problemas como la mayoría de los países, pero España se rompe. Se esta desmontando, rozando la destrucción. La política ya hace tiempo dejó de servirnos. Desde que el poder pasó a ser el principal objetivo. ¿Tanta felicidad reporta el poder? ¿Tanta satisfacción da? ¿Tanto? No entiendo a los que hablan por hablar porque aun utilizando palabras lo que llegan a mis oídos son mentiras. Lo que llega a mí, es odio.

Por más que intente buscar una explicación de por qué me siento así, no la encuentro. Todas esas familias, todas esas mujeres, esos chicos, esas chicas, todos aquellos que se encuentran reprimidos y muchos aquellos que no estándolo se quejan de poder estarlo. Todos los que no se encuentran representados y los que si, pero no están conformes. A todos ellos no se que decirles. Soy de la generación Y, una generación joven y a medio camino de llenar su pasado con experiencias. Soy un individuo triste por la España que le ha tocado mirar. Una España que no sabe o si sabe no quiere. Una España que se esta dividiendo en bandos. Una España que se hunde. Se hunde sin rescate, se hunde con nosotros en el mar profundo.

No tengo un programa, ni en pensamiento un partido. No tengo militantes, ni representantes. No tengo presupuesto electoral. Se podría decir que me falta hasta la esperanza. Pero me gustaría solo decir que:

No saber que hacer, y no saber la decisión correcta es lo que nos hace humanos. Equivocarnos nos enriquece el aprendizaje porque saber corregir nuestros errores es esencial para la evolución.